¿Por qué este centro se llama Madhana?
Me han preguntado muchas veces porqué le puse a este centro como nombre Madhana.
Nunca pensé en abrir mi propio centro, aún teniendo en cuenta mis más de 25 años de experiencia. Llegué a Galicia desde Andalucía y lo primero que hice fue buscar una buena escuela de yoga para mi práctica personal. Hablé con varios profesores y uno de ellos, que me estaba impartiendo un curso de otra disciplina , me dijo: Tienes que ir con Madhana. Manuel Agulla » MADHANA» es el mejor. Con mas de 40 años de experiencia, viajero incansable en la búsqueda del yoga, e incontables viajes a la India, posee un profundo conocimiento del yoga y se ha formado con los mejores maestros de La India.
Le llamé, concretamos una cita, y me presenté en su centro un viernes. Lo recuerdo vivamente. Beatriz, su amiga, colaboradora y compañera de todos estos años, me recibió con su gran sonrisa, y, al entrar, me sentí en casa. Fue ella la que me presentó a Madhana, y ambos, me invitaron a tomar una clase con otra profesora. Terminó la clase y, al despedirme y dar las gracias , Madhana me preguntó si quería quedarme a la suya me sorprendió mucho: Acababa de hacer una clase de una hora y media. Le dije: Otro día gracias. Pero él insistió: Quédate, te invito. Así que acepté la invitación.
Concluyó la práctica: Era exactamente lo que buscaba. Me sentí eufórica, feliz. En ese momento, supe que pertenecería a su centro. Me anoté a sus clases. Después, vinieron cursos, seminarios, charlas, y, un día, al cabo de tres años, hablándole de mis problemas laborales mientras él me escuchaba con su silencio habitual, (un recuerdo imborrable) me dijo :y ¿ Por qué no abres tu centro? Eres una buena profesora, tienes capacidad y disciplina. Además, creo que es el momento.
Me quedé en silencio. Le dije que lo pensaría. Pero para mis adentros me decía: ¿ Cómo ? ¿ Dónde? ¿ Cuánto supondría la inversión?
Al cabo de un mes, como si fuese un vaticinio, me propusieron el traspaso de un local donde ya daba clases. Y no lo pensé dos veces. Todo fluyó como el agua. Fui con mi maestro y se lo dije: ¡Abriré un centro de yoga!
Durante unos días me planteé qué nombre le pondría al centro. Quería que fuese significativo para mí, que reflejase el yoga tal y como lo siento yo, que me llenase de orgullo. Y lo tuve claro: * Centro yoga pilates Madhana.* Ahora faltaba preguntárselo a él. ¿ Cómo lo se lo diría? ¿Y si me decía que no? Así que me armé de valor y lo llamé por teléfono. Le dije que necesitaba hablar con él. Entonces fui a su centro y cuando lo tuve de frente le dije: Ya tengo todo listo para abrir el centro. Solo me falta algo muy importante, el nombre, y me gustaría pedirte algo. Se me quedó viendo y me dijo: Adelante. Madhana: me gustaría que mi centro llevase tu nombre. Él levanto la mirada y me dijo: ¿ Estás segura? Sí, le respondí. Has sido un punto de partida en mi camino del yoga y estaría muy orgullosa poniéndole tu nombre.
Un día le pregunté Madhana : ¿Cuál es el significado de tu nombre? y, me lo dijo. Me gustó tanto que confirmó que era el nombre adecuado, su significado…. es un secreto que guardaré para mí.
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